El mayor medio social, teniendo en cuenta el número de usuarios, es sin duda Facebook. Gestionarlo bien es importantísimo y para ello debemos estar atentos y no cometer errores. Algunos errores son propios de las personas que usan Facebook a nivel particular y otros lo son de las empresas. Aquí os dejamos algunos errores que se cometen y que deberíamos evitar:
- Abrir un perfil en vez de una página si eres una empresa o negocio.
- Usar una imagen de portada contraria a las normas. En la imagen de portada no se pueden realizar llamadas a la acción como “10% de descuento”, “Descárgatelo de nuestra página web” o “hazte fan”. Tampoco se puede poner información de contacto como la dirección de un sitio web, una dirección postal o de correo electrónico o datos que deben incluirse en la sección de información de la página.
- Hacer concursos sin seguir las reglas de Facebook. No se deben usar las funciones ni las características de Facebook, por ejemplo el botón “Me gusta”, como mecanismos de votación para una promoción. Es decir, no se puede basar un concurso en la cantidad de ‘Me gusta’ que haga la gente. Tampoco se puede anunciar el ganador en el muro de Facebook.
- Publicar la fecha de nacimiento completa. Aunque parezca increíble, la fecha de nacimiento no sólo es una referencia para quienes quieres felicitarte en tu cumpleaños. Según expertos financieros, revelar el año de tu nacimiento es un excelente punto de partida para los ladrones de identidad, quienes a partir de él pueden deducir desde tus preferencias hasta tus códigos de seguridad. Pero si quieres que tus amigos te feliciten, te aconsejamos que facilites día y mes de nacimiento. Nunca el año.
- Comprar fans. Está prohibido. No por nada, simplemente porque no funciona, no vale para nada y además os habéis gastado el dinero de forma innecesaria.
- Dejar activada la geolocalización en todo momento. Esta función permite saber en tiempo real en qué lugar físico se encuentran los usuarios. Pero al mismo tiempo ésto puede provocar que otras personas malintencionadas descubran dónde vive o trabaja un usuario de la red social. Incluso saber si ahora mismo la persona está o no en su domicilio.
- Realizar sólo autopromoción. A todos nos gusta nuestra empresa o negocio. ¿Pero le gusta a nuestra audiencia que sólo hablemos de nuestra empresa? A no ser que seamos Zara o Apple va a ser complicado. No hablemos constantemente de nuestros productos y servicios. Hay que dar un valor añadido a nuestros seguidores con otro tipo de contenidos.
- Usar la página sólo para vender. Las redes sociales no son un canal de venta, aunque sí ayudan a vender los productos y servicios. Las redes sociales son otra cosa.
- Publicar en tu timeline que te vas de la ciudad. Nada mejor para un ladrón que saber cuándo no estarás en tu hogar. Después de todo, no colgarías en la puerta de tu casa un cartel informando que “me fui de viaje por 2 semanas”, ¿Verdad? Puede parecer un error que no cometerías pero… echa un vistazo a tu perfil o al de tus amigos… si fueses un ladrón… ¿No sabrías cuando atacar? Si quieres alardear sobre lo increíble de tus vacaciones, hazlo cuando hayas vuelto, con un conveniente “qué bueno es estar de vuelta en casa”.
- No pensar antes de publicar. Usar las redes sociales cuando estás enfadado o has tenido un mal día es realmente peligroso. De igual forma, si se tratan temas muy personales o que involucran a otras personas, conviene al menos pensarse si valdrá la pena publicarlo… o cuáles podrían ser sus consecuencias. De hecho, algunas empresas han despedido a alguien por “hacer mal uso de las redes sociales”. Tampoco han sido raros los casos en que una publicación imprudente le ha acarreado a alguien problemas judiciales, o incluso acabar en la cárcel. Por lo tanto, si estás molesto por algo, tómate un rato y medita si conviene contarlo. Y si se trata del trabajo, piensa que problemas tendrías si revelas cierta información.
- No pensar en las consecuencias de tus acciones. Es muy sencillo hacer clic y decir que nos gusta la cafetería del barrio, la tienda de ropa femenina del pueblo o el grupo musical que estuvo de moda hace demasiado tiempo como para recordar sus melodías. Lo difícil es, tiempo después, hacer recapitulación y limpiar el perfil. Esto también sucede con las etiquetas de amigos, invitaciones a eventos o participación en grupos.
- Usar una contraseña fácil o demasiado evidente. El nombre de tus hijos o tus mascotas, tu fecha de nacimiento, la dirección de tu casa o tu equipo favorito de fútbol son algunas de las peores barreras que puedes poner entre un desconocido y los datos personales de tu perfil. Lo mejor es usar una contraseña fuerte, que tenga 8 ó más caracteres, mezclando números y letras, en mayúsculas y minúsculas. Por ejemplo: “SomoS-enREDia%”
- Publicar la biografía completa, porque diversos servicios, bancos e instituciones podrían tener acceso a su cuenta. A muchos cibercriminales les encanta Facebook y otras redes sociales, ya que éstas les permiten recopilar todo tipo de datos, para luego hackear las cuentas más importantes.
- No usar la función de mensajes privados. Hay reflexiones, pensamientos o temas que pueden compartirse con todos tus amigos de Facebook, incluyendo aquellos que apenas conoces. Sin embargo, cuando se trata de situaciones más íntimas o de invitaciones, deberías preferir la opción de mensajería privada que posee Facebook. No sería bueno que todo el mundo se enterase a través de tu muro de dónde y hasta qué hora vas a celebrar la fiesta de cumpleaños ¿Verdad?
- Tener datos de contacto erróneos. Deben comprobarse estos datos de forma habitual para saber que datos facilitas, si son correctos y actuales. Nada peor que poner un correo electrónico de contacto que has dado de baja hace tres años.
- Menospreciar la configuración de privacidad. No sirve de nada que los usarios exijan a Facebook que proporcione más y mejores opciones de privacidad, si la mayoría de los usuarios jamás han ido a darles un vistazo. Actualmente, esta red social permite que los usuarios puedan determinar con quién desean compartir no sólo sus publicaciones, sino también sus datos personales, fotos e incluso la posibilidad de comunicarse. Definitivamente, ningún usuario debería usar Facebook si antes no ha visitado su configuración de privacidad.
- Escribir mucho texto en las actualizaciones. Es cierto que el límite en las actualizaciones es de 63.206 caracteres, pero no hay qué utilizarlo todo. Lo mejor son un par de frases que llamen la atención. Si tenéis mucho que decir, escribid un post en el blog y compartidlo en Facebook. Por el momento deberemos proceder así hasta que se nos ofrezca la posibilidad de crear un blog dentro de Facebook, sabemos que están trabajando en ello.
- Publicar siempre el mismo tipo de contenido. Está bien publicar post –ya sean de nuestro blog o de otros– pero probad a postear fotos, videos, frases, preguntas… Vuestros seguidores os lo agradecerán.
- Realizar muchas actualizaciones. Si es malo escribir mucho texto en las actualizaciones, también lo es realizar muchas publicaciones el mismo día.
- Realizar pocas actualizaciones. Tampoco hay que pasarse y publicar una actualización cada 15 días. Da una sensación de abandono de la página y es seguro que no conseguiréis muchos fans.
- Olvidar eliminar los enlaces. Cuando queremos publicar un post pegamos el enlace en la caja de texto, pero aún hay muchas páginas que no borran ese enlace. No cuesta nada hacerlo.
- Publicar sin descripciones. Queda muy feo publicar artículos sin poner nada en la caja de texto. Con un par de frases es suficiente.
- Publicar contenidos repetidos. No es aconsejable repetir los contenidos que publicamos en nuestra página de Facebook. En Twitter, por ejemplo, no está tan mal visto, pero en Facebook, a no ser que sea una revisión, evitad publicar contenidos que ya hayáis compartido con anterioridad.
- No responder a las preguntas de los seguidores. Las redes sociales son para mantener una comunicación bidireccional con nuestros seguidores y/o clientes. Si no respondéis a vuestros fans ,para qué estáis en las redes sociales.
- Responder a los seguidores muy tarde. Denota despreocupación por ellos y por la pagina en general.
- Borrar los comentarios negativos. Es una acción que nunca trae nada bueno. Los comentarios están para contestarlos y redirigir la situación antes de que esto provoque una crisis.
- No personalizar el enlace de la página. A partir de los 25 me gusta podéis personalizar la dirección de vuestra página de Facebook para que desaparezcan esos feos números que salen en la barra de dirección.
- No completar la información de contacto. Es fundamental rellenar toda la información que nos pide Facebook. Sobre todo porque la van a ver nuestros fans y/o clientes y es donde aparecen todos los datos de nuestra empresa.
- No enlazar la página de Facebook con vuestra web. En el apartado de información es aconsejable poner la dirección de vuestra página web. Es una buena forma de conseguir más visitas.
- Olvidar promocionar la página. Si no publicitáis vuestra página de Facebook nadie va a saber que existe. Enlazad vuestra web con vuestras diferentes redes sociales y también incluidas en vuestros correos, publicidad, tarjetas, papelería …
- Publicar automáticamente los tuits en la página de Facebook. Hay muchas herramientas que lo hacen, pero no es aconsejable. La audiencia, las normas, los tiempos, el ritmo… en Twitter y en Facebook son diferentes. Y lo que vale para una red social no vale para otra.
- No nombrar a otro administrador. Sólo los administradores tienen acceso a las páginas y la gran mayoría lo hace a través de su perfil personal. ¿Qué sucedería si Facebook cierra vuestro perfil personal? Que os quedáis sin acceder también a vuestra página. Por eso lo recomendable es nombrar otro administrador que conozcáis. Vale con que sea vuestra madre, vuestro padre o vuestros hijos. Eso sí. Decidles que no anden curioseando en la página.
Pensad que Facebook es un altavoz, para divulgar aquello que deseamos que se conozca. Como tal debemos tener en cuenta los errores descritos y seguir los consejos así como el sentido común, pero siempre con precaución.
Seguramente se os ocurren otros errores, permaneceremos atentos a vuestros comentarios.
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Raúl Santa Cruz
Co-fundador Enredia
Consultor Social Media Marketing, apasionado por las TIC y la formación.
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